La higiene oral es fundamental para nuestra salud general, y uno de los principales enemigos de una boca saludable es el sarro. Aunque muchos de nosotros conocemos el término, hay ciertos datos curiosos que podrían sorprendernos. En este artículo, exploraremos siete hechos sobre el sarro dental que te ayudarán a cuidar mejor de tus dientes.

 1. Factores para la Acumulación de Sarro

La formación del sarro no es solo cuestión de tiempo. Existen dos factores principales que contribuyen a su acumulación:

– Higiene dental insuficiente: Muchas veces, al cepillarnos, nos enfocamos en las áreas visibles de nuestra boca, olvidando zonas como las muelas, que también necesitan atención.

– Glándulas salivales: Nuestras glándulas, como la parótida y la submandibular, son responsables de producir saliva. Esta saliva puede favorecer la formación de cristales de calcio, que aumentan la acumulación de placa, y eventualmente de sarro.

 2. Tratamiento del Sarro: Depende de su Localización

La ubicación del sarro determina cómo se debe tratar. Aquí hay tres enfoques generales:

– Sarro visible: Si el sarro es evidente en los dientes, puede eliminarse con instrumentos de ultrasonido.

– Sarro subgingival: Si se localiza bajo la encía, será necesaria una limpieza más profunda.

– Sarro avanzado: En casos extremos donde el sarro afecta al hueso y genera bolsas en las encías, podría requerirse cirugía periodontal.

 3. Sarro y el Color de los Dientes

Una creencia común es que al eliminar el sarro, los dientes se blanquean. Sin embargo, esto es un malentendido. El sarro, que generalmente tiene un tono amarillento, cubre el color natural del diente. Al eliminarlo, los dientes pueden parecer más brillantes, pero si buscas un blanqueamiento más allá de su color natural, necesitarás un tratamiento profesional.

 4. Movilidad de los Dientes y Sarro

La acumulación excesiva de sarro puede tener graves consecuencias, incluyendo la movilidad de los dientes. En casos avanzados de enfermedades periodontales, es posible que, pese a los esfuerzos de limpieza, se pierdan piezas dentales. Por eso es crucial mantener una buena higiene dental y asistir a revisiones regulares.

 5. Sensibilidad Dental Post-Limpieza

Es normal experimentar sensibilidad después de una limpieza dental. Esto ocurre porque al eliminar el sarro se puede exponer la raíz del diente, una zona sensible. Pero no te alarmes; esta sensibilidad suele ser temporal y reversible.

 6. Soluciones para la Sensibilidad Dental Post-Limpieza

Si sientes molestias tras una limpieza, existen soluciones. Por ejemplo, un injerto de tejido puede cubrir la raíz expuesta. Este procedimiento utiliza tejido de otra área, generalmente el paladar, para restaurar la encía y reducir la sensibilidad.

 7. Sarro y Espacios Interdentales

Finalmente, el sarro puede disminuir tanto el hueso como la encía, generando espacios interdentales donde se acumula comida. Para combatir esto, es importante prevenir la acumulación de sarro y, si ya existe, usar cepillos interproximales para mantener esos espacios limpios.

 _{Tratamiento del Sarro en Civilizaciones Antiguas}

El sarro no es un fenómeno moderno. Civilizaciones antiguas también enfrentaron este problema. Sin embargo, sus métodos eran diferentes debido a la falta de tecnología y conocimientos médicos.

 Civilización Egipcia

Los antiguos egipcios eran conscientes de la importancia de la higiene bucal y crearon algunas de las primeras pastas dentales. Aunque estos remedios caseros ayudaban a limpiar, no eran suficientes para eliminar el sarro una vez formado.

 Civilización Romana

Los romanos también valoraban la higiene dental. Desarrollaron sus propias pastas y utilizaban palitos para limpiar los espacios entre los dientes. Además, usaban herramientas afiladas para raspar el sarro, un método que, aunque efectivo, podría ser doloroso.

 Civilizaciones de Oriente Medio y Asia

En el Medio Oriente y Asia, se usaban palitos de masticar de ramas de árboles con propiedades antibacterianas para limpiar los dientes y prevenir el sarro. Esto demuestra que la preocupación por la salud dental tiene raíces antiguas.

Para concluir, la prevención es la mejor forma de proteger tus dientes del sarro. Mantén una buena higiene oral y realiza chequeos dentales regulares. Si tienes algún problema, no dudes en buscar ayuda profesional. Recuerda, cuidar de tu boca es esencial para tu salud general.